Múltiples son las formas de vivir esta vida. Muchos dirán que su manera es la correcta, que es la más acertada y que las demás son un terrible error y que tarde o temprano se darán cuenta de ello. Yo puedo afirmar que existe una forma correcta, una que engloba todo y que muy pocos se rigen por esa gran regla. Mi forma de vida es el RESPETO. Parece mentira, y muchos dirán que ellos también viven bajo el respeto… pero eso tan sólo es una mentira más.
Muy
pocos lo hacen, ya que esto no sólo significa “aceptar” a los demás (me atrevo
a poner las comillas, porque realmente es una de las mayores mentiras que
existen). Por ejemplo, hay un caso, un gran caso, que vemos en la sociedad día
a día. Much@s se llenan la boca diciendo que “respetan” al homosexual, pero no es así. Esa no es más que una de las infinitas formas que
tienen los seres humanos de hacerse los maduros y modernos ante los progresos
que existen en la sociedad. Una sociedad que lucha por avanzar, pero que sus
mentes no. Mentes que pueden cambiar, si así lo desean, pero es más fácil
seguir viviendo y odiando al de al lado, por el hecho de ser de color, moro,
homosexual, sudamericano, etc. y esto es tan sólo por los prejuicios. Los malditos
prejuicios que hacen que la gente no pueda vivir tranquila y feliz, tan sólo
porque otros se creen superiores, más listos, más fuertes, más guapos, con
mejor “moral” o simplemente porque ellos no están condenados al fuego eterno
por su condición sexual (que visto lo visto, según los católicos, el infierno
debe ser un lugar con gente muy interesante, aunque no sé, porque también he
visto a mucha cristiana darse golpitos de pecho y abandonando a su madre y a mucho cristiano en
primera fila de la iglesia y fuera siendo un hombre infiel y abusón… ironías de
la vida, que en el cielo mirándolo ahora, en ese cielo que muchos pintan, no
vaya a haber prácticamente nadie…).
Criada
en un entorno y sociedad de “respeto”, (ironía modo ON), hasta que te toca
cerca… entonces ahí el respeto pasaría a ser “respeto lo de los demás, porque
no me salpica”, en cambio lo de casa es una vergüenza e imposible de aceptar,
por ello hay que vivir con cuidado por el qué dirán. Todos respetamos, todos
somos buenas personas y todo nos parece correcto. ¡Yo respeto a un moro, pero
que no se me acerque… yo respeto a un gay, pero que se mantenga lejos y me tapo
el culo! (Lo pongo porque lo he presenciado con mucha vergüenza)…
Los
prejuicios, bajo los que la sociedad vive tan sólo sirven para causar
sufrimiento. En mi caso, sufrimiento que agradezco porque sin él no habría
llegado hasta donde estoy ahora mismo. Dista mucho mi pensamiento actual, de
aquél que tenía hace 10 años, incluso me atrevo a decir, que en el tiempo que
más ha cambiado ha sido en el último año, donde la independencia, ha llegado a
mi mente, aunque no a mi vida de forma física. Todas aquellas ideas inculcadas,
cual cuento de Disney, o por el contrario de desprecio hacia lo diferente, lo
que no es común, lo que no es ”correcto”,
no sirve para nada sino para causar dolor, angustia, inquietud,
malestar, y todo por no RESPETAR la felicidad y a la sociedad sin importar cuál
diferente es de tu forma de vivir o el envoltorio.
No digo
que mi forma sea la correcta, pero gracias a haber vivido más cosas de las que
seguramente tendría que haber vivido a mis años, ha dado como resultado a una
persona que ACEPTA, RESPETA y TOLERA cualquier forma de vida y sin importar el
exterior para aceptar o no una persona.
Todos
estamos de paso, y depende de ti, que el viaje sea más fácil para los que te
rodean, yo mientras, a los que me lo han puesto difícil, los he dejado por el
camino. Ahora, por suerte, mi viaje es mucho más ligero.